martes, 11 de junio de 2013

Cuando llega la musa.

La musa de la inspiración va y viene y sus imprevisibles visitas son todo un misterio. En mi afán de darle respuesta a mis inquietudes he hecho un análisis retrospectivo para llegar a entender cuándo y porqué se presenta la señora. Cabe decir que suele ser bastante inoportuna, como aquellos familiares o amigos que se presentan en tu casa un domingo por la mañana, bien temprano, y estás considerablemente perjudicado porque saliste la noche anterior. 
Para empezar, hablando claro, yo no soy de las que van al wc y se inspiran. No, allí uno va por faena y no está precisamente en condiciones de recrearse en la maravilla universal. 
Tampoco soy de las que se van un buen día al campo con la guitarra y entran en un estado de misticismo bucólico o catarsis emocional que hacen que fluya un talento asombroso. Seguramente me distraería contemplando los insectos que se cruzan a mi paso o, poniéndonos escatológicos, descubriendo alguna gran boñiga de caballo. Esos menesteres no me dan para ponerme trascendental.
La musa se pone pesadita cuando estás a punto de subir el primer escalón de la Torre Eiffel, cuando te encuentras con aquel Cinexin y evocas lo mejor de tu pasado, cuando unas pupilas láser te miran y sin saber porqué te sientes abrumado, cuando sales de un espacio/tiempo en el que tu vida se caracterizaba por la gran profilaxis afectiva, cuando destrozan tus cimientos de la noche a la mañana, cuando sientes que eres 'algo' en la inmensidad de este desconocido Universo, cuando aparecen en tu vida personas que brillan hasta en la oscuridad más absoluta.
Sintetizando: la musa llega justo cuando estás vivo, cuando cambias de dirección, cuando tu historia inconexa cobra sentido, cuando por fin tienes algo que contarle a los demás o a ti mismo.
La musa no viene a visitarte cuando vives el día a día como un autómata, sometido a la rutina y a un reloj. Eso, para que me entendáis, sería como llamar al fontanero sin tener problemas con el agua. Si no hay novedades, ¿para qué mierda le haces venir? 
Ir pa ná es tontería.

4 comentarios:

  1. me encanta la sencillez con que narras! podría ser vulgar y decir: qué chorrada! pero prefiero ser un poco más "polite" y decir: qué envidia!

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    1. gracias, Juli!! A mí me ha encantado lo de "polite"!! jeje. abrazos

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