jueves, 31 de marzo de 2011

Tome asiento.

No soy espectadora de un mundo codificado. Prefiero ser acomodadora.
Hacer que la vida de los demás sea un poco más llevadera, o por lo menos distraída, es gratuito, no literalmente pero sí en esencia.
Es más poético pensar que los devastadores efectos de este glaciar social no son irreversibles, aunque abunden los escépticos.
Tome asiento y agudice el oído.

martes, 29 de marzo de 2011

Arte corpóreo.

Me bebería el oxígeno de sus pulmones y franquearía el espacio resultante entre el aire y su cuerpo.
Transformaría sus burdas inseguridades en sonrisas imprudentes y colgaría en mi pared los cuadros que nunca pinta.
Es arte corpóreo.
Es amor.
Pero aún no lo sabe.

viernes, 25 de marzo de 2011

Regreso al plano tangible.

El mundo es quien manda. A veces todo da vueltas y no controlo la situación. Pero me gusta.


Reconozco que a veces tropiezo y me caigo pero el frío que imprime el suelo en mi espalda me devuelve a la realidad terrenal.  Me levanto de nuevo. Trato de profesarme respeto a mí misma y no me recreo en mi desacierto. Actúo más ponderada. Pero de nuevo mi hemisferio racional se enamora del instinto y entonces mi cabeza hace sus propios planes. Se me nubla la vista y me recreo en un instante. Todo cobra un significado mucho más allá del que estaba previsto. Todo es efímero pero al mismo tiempo trascendental.


Y otra vez regreso al plano tangible.
Afortunadamente la imaginación no está en venta, es intransferible.
Es sólo mía.



Foto por Marta Pich.


domingo, 20 de marzo de 2011

Telenovela.

Me quedé aletargada en el tiempo, esperando algún milagro en mi sistema límbico. Tal vez mi neocórtex me recomendaba practicidad. Era como amueblar una casa nueva con enseres de IKEA: no cuesta mucho y seguramente quedará bonita pero sabes que no la quieres así para siempre.


Todos aspiramos a protagonizar el peliculón de historia idílica, a interpretar un guión adaptado que recibe el Óscar y a experimentar la ausencia de desenlace.


Nadie quiso someterse a la agonía que conllevan los capítulos pero irremediablemente se convirtió en telenovela. Un culebrón de los malos, que cuenta con ridículas tasas de audiencia y personajes estereotipados.


Dicen que nada es para siempre.
No quiero descubrir qué significa la palabra 'siempre' ni voy a intentarlo.
Sé que moriría en el intento.

jueves, 10 de marzo de 2011

Éramos pocos y parió la abuela.

Es por muchos conocida mi afición a virtualizarme. Con ello me refiero a que soy omnipresente en cualquier tipo de red social, tanto que a veces pienso que estoy empezando a ser odiada por mis followers. Facebook, Twitter, Myspace, Fotolog, Tuenti...
Para los que aún no me detestan. Para los que me leen. Para los que me tienen un poco de cariño. Para los que vienen a mis conciertos. Para los que comprarán o piratearán mi disco. Para todos mis amigos "digitales". Para mí misma.


He decidido crear un blog.


No sé si seré capaz de actualizarlo todo, creo que es ya una especie de reto personal.
Éramos pocos y parió la abuela.


Foto por Sandra Cerrudo.